05 octubre 2010

La Vitagraph Company

Desde sus comienzos, el cine ha estado bastante emparentado con la magia y con los magos.

Muchos de los pioneros en la industria fueron magos, siendo uno de los ejemplos más emblemáticos el de George Meliés.

Albert Smith, Stuart Blackton y Ronald Reader

En distintas fechas del mismo año 1875, nacen en Inglaterra Albert Smith y Stuart Blackton.

En la década del 80, se produce un pico en la inmigración de países europeos hacia Estados Unidos, y es en esa fuerte oleada, cuando las familias de los nombrados Smith y Blackton, se establecen en el país del norte de América.

En su adolescencia se ocuparon de trabajos ocasionales, pero el hecho de ser aficionados a la magia, les permitió que se conocieran alrededor de 1894.

Como jóvenes amateurs concurrían a “Martinka Co.”, uno de los centros neurálgicos de magia de ese momento, ubicado en la 6ª Avenida de New York.

Martinka no solo vendía, sino también era fabricante de efectos de magia, debido a lo cual muchos de los magos famosos de ese momento, lo hacían su lugar de encuentro.

Por nombrar solo unos pocos, entre sus concurrentes se encontraban: Okito, Malini, Alexander Herrmann, William Robinson (Chung Ling Soo), de Kolta, Kellar, tal la importancia de aquel emporio mágico.

En la parte de atrás del salón de ventas, había un pequeño teatro donde presentaban sus efectos una vez por mes, los más habilidosos magos de la época .

Volviendo a nuestros protagonistas, Smith y Blackton, pudieron no solo conocerse entre sí, sino que también trabaron amistad con otro mago inglés, aunque de mayor edad que ellos: Ronald Reader.

El trío mágico

En 1894, formaron un trío mágico, donde Reader era publicitado como prestidigitador, Smith como ilusionista, y Blackton como caricaturista cómico.

En otras palabras, Reader era quien se ocupaba de la manipulación.

Smith (Komical Konjurer) realizaba ilusiones, siendo algunos de sus efectos “El fenomenal Gabinete del misterio” (Cabina espiritista), actos de mentalismo, demostraciones espiritistas, ventriloquía, y sombras chinescas.

El tercer integrante Blackton (Komical Kartoonist), se encargaba del humor con una especialidad común en aquella época: las caricaturas realizadas con tiza sobre una pizarra, de manera muy rápida, casi instantánea.

Pero parece que, o bien el acto del trío no era del todo bueno, o la publicidad no funcionó como correspondía, porque poco público asistió a sus funciones, debido a lo cual el trío se convirtió en dúo, al abandonar Reader a sus compañeros, dedicándose a un trabajo alternativo: el negocio de seguros.

Los dos jóvenes continuaron trabajando, y planearon la compra de una linterna mágica, con la idea de proyectar una secuencia de una colección de cuentos conocidos, pero la aparición de algunos equipos como el Kinetoscopio, Vitascopio (Fantasmascopio), y otros por el estilo, les hizo investigar mas en el tema de aquellos mecanismos pre-cine.

El Vitascopio

Blackton, también tenía otra ocupación sustituta, realizaba trabajos como caricaturista en forma independiente, ilustrando sus propias historias para algunos periódicos neoyorkinos.

En uno de esos trabajos free lance, el New York Evening World contrata al dibujante, para que realice una entrevista a Edison, de manera de mostrar a través de una serie de dibujos el nuevo proyector Vitascopio del prolífico inventor.

Edison se entusiasmó tanto con los bocetos, que filmó con su equipo al joven dibujante, lo que hizo que Blackton ganara cierto prestigio en su especialidad. La fecha: mediados de 1896.

A raíz de aquella entrevista, Smith y Blackton, pensaron en otra veta para su show, y compraron un Vitascopio de Edison para usarlo en su acto.

Smith que era un diestro mecánico, usando de su habilidad, estudió el mecanismo del equipo de Thomas Alba, y a partir del proyector, diseño una especie de cámara para hacer películas.

El objetivo de los jóvenes, era ofrecer un espectáculo más versátil, pero aquellos artistas de vaudeville, descubrieron pronto que sus films proyectados en el espectáculo, llamaban mas la atención que sus propias rutinas.

Las cosas se plantearon de tal manera, que lo que comenzó como un simple emprendimiento de artistas amateurs, terminó convirtiéndolos en importantes empresarios.

La Vitagraph Company of America

Es así que en 1897, Smith y Blackton decidieron fundar una empresa, que llamaron American Vitagraph Co., con Reader ocupando un lugar menos trascendente.

Según se comenta Vita era por “vida” y graph por “imagen”.

Los dos compañeros alquilaron un pequeño desván en New York por U$S 10 al mes, al que convirtieron en un pequeño estudio, y comenzaron a hacer películas.

Mas tarde se agregó un tercer socio William “Pop” Rock, inteligente hombre de negocios, que no estaba relacionado con la magia, pero si con la floreciente industria del cine.

No obstante el nuevo emprendimiento, el espectáculo lo mantendrían hasta 1899 en alguno de los importantes circuitos de Estados Unidos, de acuerdo a algunos magazines de la época.

Cuando la Vitagraph tomó impulso, Smith y Blackton no olvidaron a sus antiguos amigos, sus compañeros magos aficionados, por lo que varios de ellos pasaron a ocupar puestos importantes dentro de la empresa.

Reader pasó a ser el representante de la Compañía en París durante muchos años.

Cuando la Vitagraph y otras empresas similares empezaron a competir con la Edison Company, Thomas Alba, comenzó con las demandas judiciales por derechos de patente.

La llamada “guerra de patentes” duró cerca de 10 años, y finalizó cuando las 10 compañías mas importantes (entre ellas la Vitagraph) formaron un trust: la “Compañía de imágenes en movimiento”, la cual agrupaba a productores, distribuidores y proyectores que tributaban a Edison.

La solución llevó tiempo, pero benefició a aquellas empresas que se convirtieron en socios, ya que ningún teatro podía conseguir ningún film producido por los “10 grandes”, salvo a través del trust.

Muchas estrellas y directores famosos de aquella época, hoy desconocidos o poco nombrados, formaron parte del staff de Vitagraph.

Muchas series y películas importantes, también poco conocidas hoy día para el público, formaron parte de su bagaje.

Películas de animación

En la imagen se puede ver a Blackton en acción, en uno de los cuadros de su trabajo
The Enchanted drawing (El dibujo encantado), donde el artista combina la animación con la magia, al típico estilo Meliés, aunque con caricaturas.

En Humorous phases of funny faces (algo así como las Caras divertidas), se puede apreciar la habilidad de Blackton en otro film de animación producido por la Vitagraph en 1906, donde dos rostros van cambiando sus gestos en una secuencia divertida, un clown que hace malabares, y también otros personajes.

Warner Brothers

En la década del 20 y por distintos motivos, la situación se complicó para la Vitagraph, terminando su historia cuando fue vendida a la Warner Brothers en 1925.

Ya como Warner Brothers, muchos magos serian parte del personal de la empresa, ya como principales estrellas, ya como directivos.

Hoy día la Warner Bros Entertainment Inc., es uno de los más grandes productores de cine y televisión del mundo, con innumerables subsidiarias en el ramo.

James Stuart Blackton, considerado el padre de la animación estadounidense, murió en 1941 en un accidente, al ser atropellado por un autobús en Los Ángeles.

Albert Edward Smith falleció en 1958 en Hollywood, a los 83 años de edad.

Nate Leipzig y Vitagraph

El conocido mago Nate Leipzig relata en su biografía, acerca de su amistad con Smith y Blackton, y como nació la Vitagraph.

Un hecho poco conocido, es que Leipzig fue filmado por sus amigos realizando manipulaciones con dedales, bolas, cartas y florituras con monedas.

De todas las tomas, la que mas interesó al gran manipulador, fue aquella donde se mostraba como una moneda pasaba de un dedo a otro de su mano, en una manipulación soberbia.

Leipzig usó esas escenas en sus presentaciones para cerrar su acto.

Lamentablemente en 1910, un incendio destruyó no solo el material de Leipzig, sino casi la totalidad de los negativos originales realizados desde sus comienzos por la Vitagraph.



La historia de la Vitagraph es muy rica en anécdotas, y difícil de resumir en poco espacio, por lo cual quedan muchos detalles por mencionar.

El objetivo de esta investigación, es solo recordar a aquellos magos aficionados que a costa de tesón y creatividad, crearon una de las principales empresas productoras de películas, y que formó parte de las compañías líderes en los comienzos del cine.

Parte de la información, ha sido tomada del libro The Big V: A History of the Vitagraph Company, escrita por Anthony Slide.

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