Libro de los Misterios |
La 2ª parte constaba de experiencias de telepatía, sugestión, y transmisión del pensamiento.
En el Sueño de la India, ejecutaba una serie de experiencias de hipnosis y sugestión con los espectadores, tratando de demostrar ciertas facultades de clarividencia que existen en las personas, pero que solo son alcanzables bajo ciertas condiciones.
Para probar la seriedad de las mismas, el artista utilizaba un interesante recurso publicitario. En cualquier lugar que actuara, Cantarelli publicaba un desafío en los periódicos: por medio de la transmisión del pensamiento, y utilizando un espectador como médium, trataba de encontrar cualquier objeto escondido no solo en el teatro, sino en cualquier lugar de la ciudad. De fallar en el intento, ofrecía $1000 de recompensa.
Cantarelli con ojos vendados y guiado por un espectador medium, dispuesto a encontrar un objeto escondido en el teatro |
La tercera parte resultaba algo trágica, sumamente macabra. Se advertía y se daba oportunidad en ese momento a las personas impresionables para que se retiraran de la sala para evitar ataques de pánico.
Se trataba de la Mujer Ajusticiada o El Milagro de Satán, efecto que causaba tal impresión, que a pesar de las recomendaciones, los periódicos informaban de los varios desmayos que se producían.
Era una famosa ilusión que había sido presentada por el mago polaco Horace Goldin dos años antes en Londres.
Una mujer que yacía acostada sobre una tabla de madera a la vista del público sin cortinados u otro tipo de ocultamientos, era aserrada por una enorme sierra circular giratoria de 1,30 metros de diámetro.
El giro a altas revoluciones de la gigantesca sierra, el ruido de las cuchillas dentadas al cortar la madera, y el desgarramiento de las ropas de la ayudante en el silencio del teatro, generaban una emoción indescriptible. Un momento de tensión escalofriante que culminaba con el cuerpo de la mujer dividido en dos partes.
La Mujer Ajusticiada |
El "Verdugo" y la "Ajusticiada" |
La Ajusticiada era nada menos que su esposa Marta, de quien se comentaba que era argentina. Según el mago, no disponía de otra persona cuyas condiciones psico-nerviosas, le permitieran tolerar sin peligro para su vida la gran cantidad de fluido magnético concentrado en su cuerpo.
Cantarelli en escena |
Conocida como la Leyenda del cambio de la hora, se le atribuye al mago italiano Pinetti la presentación de este efecto de “sugestión colectiva”, donde la hora de los relojes de los espectadores se atrasaba y se adelantaba a voluntad del ilusionista.
Cantarelli continuó sus actuaciones en las ciudades de Rosario, Santa Fe, Córdoba, y Tucumán.
En Rosario se presentó en el ya desaparecido Teatro Colón ubicado en Corrientes y Urquiza, donde también realizo algunas funciones para niños.
Tres horas en el Reino de las Maravillas era el nombre de la matiné infantil. La crónica periodística comentaba: ...los chicos se resistían a regresar a la realidad diaria después de viajar por un sueño mágico. La increíble magia de Cantarelli les hacia olvidar sus pequeñas tragedias infantiles: ir a la escuela, hacer los deberes, levantarse temprano, y lavarse la cara...
Matiné infantil en el Teatro Colón de Rosario. Obsérvese a los niños y a los músicos de la orquesta junto al escenario |
Cantarelli con cara de circunstancia, resignado y afligido, le dijo al ayudante que lamentablemente había sido descubierto, lo peor que le puede ocurrir a un mago, y pidió al niño que sacara el objeto del bolsillo.
Algunos ya disfrutaban el fracaso del mago, pero la sorpresa del público y la risa general llegaron, cuando el pequeño ayudante retiró del bolsillo una zanahoria gigante. Un verdadero chasco para el ayudante. Final brillante para una rutina infantil.
De retorno a Buenos Aires, actuó en los Teatros Marconi, Corrientes y Buenos Aires, y en el Cine Teatro Pueyrredón del barrio de Flores, pasando luego a Uruguay y a Chile.
En un programa de mano, un pequeño librito con el título de Misterios del Mago Cantarelli, se enuncian 80 efectos mágicos con los cuales el artista afirmaba poder realizar tres espectáculos de cerca de 3 horas de duración cada uno, además de otros 60 adicionales con los que podía completar otros dos espectáculos.
De esta manera concluyó la temporada 1933/34 en Argentina.
Alfredo Cantarelli, fue el nombre artístico de quien nació como Alfred Maximilian Mundt en los primeros años del siglo XX en el norte de Brasil. Descendiente de padres alemanes y educado en Berlín, desde pequeño sintió inclinación por las experiencias de fenómenos psíquicos, y eso fue lo que ayudó en su carrera profesional.