Ya transcurrida la primera mitad del año 1927, los cinematógrafos de la ciudad de Rosario, publicitaban dos propuestas bien distintas, pero relacionadas con la magia.
Por un lado la visita del mago inglés Lewis Davenport, aquel excelente manipulador de bolas y dedales, con su rutina de producción de pañuelos, dentro de la cual incluía efectos con un futbolista y un balón de football.
El mago que junto con su esposa, se anunciaban como “Los Monarcas de la magia”, actuaron en un espectáculo de variedades del Cine Varieté Rosario, donde alternaban con otros artistas y en los intermedios de proyección de filmes. La presentación fue un éxito.
A menos de 200 metros, con gran despliegue de propaganda se exhibía en otro cinematógrafo, el Cine Córdoba, el film más extraordinario del año “El Jugador de ajedrez”, producida por la Société des Grands Films Historiques de Francia.
Afiche de la película con la imagen de Edith Jehanne, la heroina |
Previa a la exhibición, los numerosos ensayos realizados, demostraban una perfecta unidad de conjunto de los veinte profesores que formaban la orquesta con los coros. Para completar la función, un prólogo cantado formaba parte de aquel coral.
Un argumento original, y suntuosas escenografías históricas, formaban parte de la costosa producción.
La trama, basada en una novela de Henri Dupuy Mazuel, una mezcla de historia épica y fantasía, y que significó un logro cinematográfico de la época, se inspiró en una historia real: el Turco Jugador de ajedrez, autómata inventado por Wolfgang Von Kempelen, tema del que ya hemos hablado en este blog.
La acción transcurre en 1776, durante el reinado de Catalina La Grande en Rusia, cuando Polonia estaba bajo el dominio de los rusos. El drama propone la rebelión polaca, en el momento en que su ejército estaba siendo masacrado por los rusos.
El barón Von Kempelen, talentoso ingeniero y célebre por sus ideas libertarias, ayuda en la lucha poniendo a disposición de los polacos uno de sus autómatas, el famoso e invencible Turco jugador de ajedrez, que juega un papel importante en la historia, dado que servirá para ocultar a Vorouski, uno de los cabecillas de los insurrectos.
Fotograma del film, Von Kempelen y el Turco |
Me detengo aquí en la trama, para no develar el desenlace del film, por si alguno de los visitantes del blog se siente interesado en disfrutar la película.
Para la realización de la versión cinematográfica del Director Raymond Bernard, se debió reconstruir el frente del Palacio de Invierno de la Emperatriz rusa, trabajo que realizó un arquitecto decorador de renombre en Europa: Jean Perrier, que se ocupó de la Dirección de Arte del film. Durante 45 días, más de 200 obreros, trabajaron en los moldes, y el fabuloso castillo fue levantado sobre un terreno de 5000 metros cuadrados.
Los intérpretes, desconocidos para nosotros, pero los más famosos y consagrados de la escena muda en aquellos tiempos fueron entre otros Charles Dullin quien encarna a Von Kempelen, Pierre Blanchar en el papel de Boleslas Vorowski (o Worowsky), y Edith Jehanne la heroína. El negativo original fue tomado por los alemanes durante la ocupación de Francia en la II Guerra mundial, y fue encontrado posteriormente en archivos de Berlín oriental. El film fue restaurado por varios especialistas y coleccionistas, al igual que la partitura original.
General Nicolaieff interpretado por Camille Bert |
Actriz Jacky Monnier |
Hay también una serie de la televisión francesa Les évasions célèbres con un capítulo llamado Le Joueur d’echecs dedicado al tema.
Volviendo ahora a la historia real del autómata, mucho se escribió sobre el turco, su secreto, y sus operadores, algunos más verídicos, otros, pura ficción. Por ejemplo la partida de ajedrez fue con la Emperatriz María Teresa de Austria, y no con Catalina La Grande.
Al respecto, recomiendo enfáticamente la lectura de “La sangre de turco”, una novela mezcla de historia y ficción, con un delicioso relato, que nos regala la fina pluma y el profundo conocimiento de nuestro arte del escritor y periodista español Ramón Mayrata. Un libro atrapante sobre autómatas y sobre el turco.
Lo cierto es que a la muerte de Von Kemplelen, el autómata pasó por muchas manos (Anthon, Nepomuk Maelzel, Mitchell), y sus operadores fueron varios, todos ellos expertos ajedrecistas: Vorowski, Jacques Mouret, Johann Allgaier, Bouncourt, Alexandre, “Le Petit Juif”, Williams Lewis, Peter Unger, y otros varios.
Según los historiadores, un tal Schlumberger, uno de los más renombrados que manejó el turco en la época de Maelzel, le gustaba “empinar el codo”, y su físico, no precisamente esbelto, le trajo algunos inconvenientes por el reducido espacio de que disponía dentro del autómata. Schumberger murió de fiebre amarilla en Cuba, durante la gira del turco.
En 1840, y después de una fatigosa gira que abarcó alrededor de 70 años, 400 dólares hicieron que el agotado autómata tomara unas vacaciones, y fuera a reposar al Museo Chino de Filadelfia.
En el merecido descanso, y olvidado en un rincón entre otros valiosos objetos, un voraz incendio terminó con la vida del Turco en 1857.
Hola qe tal? he dejado un comentario en "Cuenta Elmsley - ¿ Y el crédito para Edward Victor ?" Espero y puedas leerlo! gracias!
ResponderEliminarOk, ya lo vi
ResponderEliminarVale Gracias, Espero con ansias Tu Ayuda :) ; Buen Blog, temas muy interesantes, una pregunta por curiosidad? Los Redactas tu mismO? o tu solo?
ResponderEliminarHola Anonimo,
ResponderEliminarEstimo que debes ser quien solicito sobre la rutina de las 11 cartas. Ya recibiras la info.
Desconozco y no entiendo el motivo por el cual la mayoria de los que escriben comentarios, omiten dejar nombre.
Gracias por tu comentario.
Respuesta a tu pregunta:
el blog lo redacto yo mismo, yo solo, y con mis propias limitaciones, al igual que su diseño, debido a lo cual es tan rustico en su presentacion.
En general no hay aporte de otras personas, aunque cuando alguien colabora, lo dejo indicado como habras visto en algunos articulos.
No soy escritor (ojala lo fuera), solo investigo temas que me interesan y trato de cruzar la informacion en distintas fuentes para no errar en lo que escribo.
Eso es todo.
Saludos
Jeje, si soy el del Juego de las 11 Cartas. Reynaldo es mi nombre.
ResponderEliminarY pues creo qe lo del anonimato es como por flojera de abrir la cuenta de google, wordPress o typepad =D mas Facil y rapido; escribir y comentar como: Anónimo.
Dejame decirte pues, Admiro tu dedicacion, LA REDACCION ES EXECELENTE! la Ortografia, Gramatica, Sentido de los Parrafos, Muy bien elaborados. Para ser sincero no acostumbro a Seguir Foros Ni Blogs ni cosas por estilo, pero me doy cuenta que me pierdo mucho!... Al principio pensé que eras Periodista o Comunicador Social xP O si lo Eres?
Reynaldo, agradezco tus comentarios. Mi ego esta entrando en funcionamiento.
EliminarNo, no soy ni periodista ni comunicador, simplemente Ingeniero Quimico con interes por la magia de hace tantos años, que ya se me ha caido el pelo.
Abrazo
Este blog parece muy interesante. Te invitamos a que visites el nuestro http://sabermassaber.blogspot.com.ar y si te gusta nos sigas.
ResponderEliminarSomos un blog nuevito, asique tenemos pocas entradas todavia. Saludos desde Mar del Plata =)
Agradezco tu comentario.
ResponderEliminarMe voy a pegar una vuelta por tu blog.
Gracias por escribir