13 enero 2015

James Stevenson, chileno por adopción

Sobre fines de 1800, James H. Stevenson ya pasados de los 30 años, se dedicaba part-time a la magia, presentando su excelente acto de manipulación en los famosos circuitos del vaudeville de los Estados Unidos.
Nacido en Georgetown (Washington), compartía la magia, trabajando en forma paralela como agente de ventas para la Remington Typewriter Company una de las empresas más importantes del mundo en el rubro de máquinas de escribir.

 En 1904, su hermano gemelo radicado en Chile le ofreció un trabajo para lo cual debía radicarse en ese país. James aceptó, y desde ese momento vivió toda su vida en el país vecino. Su primer lugar de asentamiento fue Antofagasta, pero luego alternó su residencia entre la ciudad mencionada, Tocopilla, Iquique y Mejillones, ciudades todas ubicadas en el norte de chileno.

En los Estados Unidos y antes de viajar, había sido uno de los fundadores de la Sociedad Americana de Magos (SAM), y también miembro de la IBM.

A principios de 1900, se publicó un poster con el encabezado de Magos Famosos, donde figuraban 58 de los considerados principales magos de varias épocas (algunos vivos, otros ya muertos), donde se puede observar las fotos de Robert Houdin, Compars y Alexander Herrmann, Harry Kellar, Devant, Buatier De Kolta, Maskelyne y tantos otros tan importantes como los mencionados. En ese poster figura Stevenson, lo cual da una idea del prestigio de quien estamos hablando.
Durante la época de la I Guerra Mundial, Jas como también era llamado, realizó giras en Chile en favor de la Cruz Roja y otras entidades benéficas para recaudar fondos, y en ocasiones fue contratado para actuar en cruceros que llegaban a aquel país.

Un hecho gracioso tiene que ver con el parecido de los hermanos. Eran tan iguales, que era imposible decir cual era cual. Ese detalle era aprovechado para realizar una broma que repetían a menudo con los capitanes de los barcos de vapor que llegaban al puerto de Mejillones donde se encontraba uno de ellos, el cual desafiaba al comandante a una carrera hasta Antofagasta. La mayoría de los capitanes aceptaban, ya que sabían que el viaje por agua era cuestión de horas, mientras que por tierra sólo era posible por ferrocarril (a comienzos del siglo XX) y con un tren transitando ese recorrido solamente dos veces a la semana. El segundo hermano en Antofagasta recibía un mensaje cablegráfico que le informaba como debía vestirse, y todo quedaba solucionado. Ningún capitán podía ganar la apuesta. Fue una broma que repitieron muchas veces en su época de juventud.

Otra anécdota referida a la magia, fue la que ocurrió sobre fines de 1928 y principios de 1929.

Se produjo un intercambio ríspido de cartas entre Stevenson desde Chile, Leslie Briant desde Rosario, y David Bamberg desde Buenos Aires.

Lo curioso de esta historia, es que las cartas no se las remitían entre sí a sus respectivos domicilios, sino que desde Chile y de Argentina, se enviaban las misivas a los magazines norteamericanos The Sphinx y Linking Ring, y posteriormente en esas revistas aparecían las respuestas.

Dos de los personajes de esta historia marcaban diferencia en la región. El inglés Briant desde 1912 radicado en Rosario, que mantenía estrecha relación con el mundo mágico de Estados Unidos y Europa, y representando a la IBM en Argentina, mientras que Stevenson muy respetado en Estados Unidos, era el representante de Chile y de Sudamérica de la misma institución. David Bamberg, menos conocido en ese momento, solo era acreditado por ser el hijo del gran Okito.

El tema de discusión fue debido a la áspera relación entre David Bamberg (en ese entonces Syko, y luego famoso como Fu Manchú) y el mago Raymond, que terminó con el alejamiento de Syko del espectáculo de Raymond en su tour mundial por Sudamérica.

Syko había enviado a The Sphinx con pedido de publicación, todos los detalles del problema (fundamentalmente económico) que se había generado con Raymond, lo que ocasiono su separación del show cuando se estaba presentando en Buenos Aires. Lo anterior provocó una respuesta de Stevenson alabando a Raymond y a su mujer Perlitzka, en la cual llamaba incompetente a Syko. Entró en el intercambio Briant, quien por haber entablado una amistad con David defendía a este último.

Después de varias extensas cartas y extensas contestaciones publicadas en Estados Unidos, el problema paso a un segundo plano cuando tanto Bamberg como Briant, comenzaron a comentar en aquellos magazines acerca de Fu Manchú, nombre con el que David comenzaba su nueva carrera mágica solista en Argentina.

Volviendo a Stevenson, actuó muchas veces en Valparaíso, donde viajaba a menudo seguramente por negocios a la sucursal de la empresa que gerenciaba su hermano, presentándose también en las ciudades de Limache y Huasco. En 1931 actuó ante el Presidente de Chile.
Su nombre artístico era El Mago de la Costa Oeste Chilena, pero era muy conocido también como Don Santiago.

A los 72 años de edad, y habiendo vivido casi la mitad de su vida en Chile, James Stevenson murió en Valparaíso en febrero de 1934.

Un mago norteamericano de nacimiento, pero chileno por adopción.


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